>> ¿¿SOY UN COMEDOR COMPULSIVO??...

¿Comes cuando estás triste, malhumorado, ansioso o simplemente aburrido?, ¿te abalanzas sobre la comida y comes sin parar hasta que no puedes más?. Si es así, eres un comedor compulsivo. 
Aprende a diferenciar la sensación de hambre real de otras emociones, para controlar los atracones y que tu dieta para adelgazar, comience a funcionar. Muchos se quejan de que sus dietas para adelgazar no funcionan, cuando en realidad el problema está en la relación que establecen con la comida. Son los llamados comedores compulsivos o emocionales, un trastorno muy frecuente en la mayoría de las personas afectadas de sobrepeso u obesidad. 

El comedor emocional o compulsivo, lo hace en respuesta a emociones o sensaciones, independientemente del hambre fisiológica. 

10 indicios para darte cuenta de que estás comiendo compulsivamente y no por hambre: 

  1. El “hambre” te viene de repente y sientes urgencia por comer. 
  2. Sigues comiendo, incluso cuando no tienes ya hambre y aún sintiéndote repleto. 
  3. Comes hasta el punto de sentir malestar físico. 
  4. No sabes si estabas hambriento o no cuando comenzaste a comer. 
  5. Después de comer, no recuerdas cuánto comiste, ni como sabía la comida. 
  6. Sientes vergüenza y culpa después del atracón de comida. 
  7. Comes cuando estás aburrido, cansado, solo, excitado. 
  8. El “hambre” se acompaña de una emoción desagradable -rabia, lastima, temor, ansiedad- El comer compulsivo comienza en tu mente, pensando en la comida, no en tu estómago. 
  9. Deseas un alimento específico y no te sientes satisfecho hasta que lo tienes. 
  10. Sigues comiendo porque no puedes precisar el“hambre” de qué tienes, cuando para el hambre fisiológica, cualquier alimento es lo mismo. 
Para controlar los atracones propios de esta manera de comer emocional o compulsivamente, se recomienda el comer consciente, a partir de darte cuenta que lo que tu cuerpo y mente necesitan y quieren, no es comida. 

Además, hay tres cosas que puedes hacer para cambiar tu relación con la comida: 

  1. Desacelérate Detente antes de comenzar a comer y no lo hagas en piloto automático. Hazlo lentamente, retardando cada bocado y prestando atención a lo que estás comiendo. 
  2. Presta atención a tu hambre Antes de comenzar a comer, asegúrate de que estás hambriento y de que lo que sientes es realmente hambre. Deja de comer cuando te sientas confortablemente satisfecho, no continúes hasta el hartazgo.
  3. Interrógate Una de las cosas más importantes que puedes hacer es preguntarte a tí mismo, acerca de tus sensaciones y comportamientos. Si estás comiendo porque estás tensionado, cansado, enojado o aburrido, pregúntate que otras estrategias puedes tener, para hacer frente a esas sensaciones.